Para hacer el jabón de pepino, lo mismo que para cualquier jabón al que le hayamos añadido fruta, podemos utilizar la fórmula que más nos guste. Solamente hay que tener en cuenta que le estamos añadiendo una cantidad de agua extra contenida en la fruta que la tendremos que descontar del agua de la sosa.
Tampoco tenemos que olvidarnos que este tipo de jabones resultan más blandos que los demás por lo que conviene subirles la dureza con cera de abeja, ácido esteárico, o como en este caso con las dos cosas.
Normalmente pondremos un porcentaje de fruta del 10% respecto al peso de los aceites que contenga nuestra fórmula.
En esta ocasión he triturado el pepino con la piel para ver si se mantenían los puntitos verdes. Como podéis ver en las fotos estaban así de verdes pero solamente han durado unos días y ahora casi no se aprecian.
No le he añadido ningún colorante y tiene un olor muy agradable que le aportan los aceites esenciales de lavanda, lima, menta y romero.
El pepino es hidratante y emoliente, mejora el aspecto de la piel y la rejuvenece reduciendo la aparición de las arrugas.Así mismo posee propiedades astringentes, refrescantes y antigrasientas lo que lo hace especialmente indicado para las pieles grasas y acnéicas. Al mismo tiempo posee una gran capacidad para suavizar el cutis y disminuir manchas y pecas por lo que es utilizado en cosmética para todo tipo de pieles.
Podríamos decir que es un todoterreno.
Una vez más me has sorprendido, y es que eres toda una maestra, maravilloso jabón.
ResponderEliminarHola Pepe. Si que son jabones muy buenos los de pepino y en general los que tienen fruta. Si no los has hecho te animo a que los pruebes.
ResponderEliminarMuchos besos.
Blanca.
Que genial, tiene unas excelentes propiedades, me encanta.
ResponderEliminarMarta, tienes razón es un jabón estupendo.
EliminarEstoy deseando probarlo!!, me encantan los jabones de frutas.
ResponderEliminarUn besito.
Mª José
Hola Mª José, ya me dirás que te parece cuando lo pruebes.
EliminarUn beso.